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martes, 6 de junio de 2006
Espiritualidad
Benarés es la ciudad que me atrajo más de India, y la que me ha enseñado a comprender su esencia, sus condiciones.
Para muchos, al estar perdida en el tiempo, es la ciudad mas auténtica de la India. Ese podría ser su encanto. A Benarés, o a Varanasi, como es su nombre actual, se la considera la ciudad sagrada del hinduismo. En realidad no es así, pues no hay en la India equivalente de Roma, la Meca o Jerusalen, no hay capital del hinduismo ni obligación de peregrinar a ningún lado.
Pero Benarés es la más conocida de los cientos de miles de lugares sagrados de la India. Y es que en India hay millones de ríos, montañas, lagos, ciudades, bosques, árboles y hasta rocas que se consideran espacios sagrados. La inmanencia de lo sagrado se siente por todas partes. Dios está en todas partes, en la geografía, y también en cada persona, cada sonrisa, cada gesto.
Eso es una de las cosas que sorprende de India, viniendo de Occidente, donde la espiritualidad está tan demodé. Tan superada, ¿verdad?
India es la nacionalidad y el estado. Hindú es la religión de los que practican el hinduismo. Hindi es el lenguaje del norte del país, y segundo idioma de los del sur. Al principio yo era una persona muy escéptica respecto a la espiritualidad, el creer en algo, fuera lo que fuera. Cuando me hablaban de filosofías, chakras y ashrams yo me echaba a temblar por dentro, y pensaba, otro/a iluminado/a. Pasto de sectas y lavados de cerebros.
Poco a poco el país me fue cambiando. Fue un proceso lento, pasando por la incomprensión, la tolerancia, el respeto y más tarde las ganas de unirme. Ahora pienso como la mayoría de los indios, sean hindus o musulmanes, cristianos o jainistas, budhistas o parsis; creer en algo da fuerzas, da energia, optimismo e ilusión en la vida.
Sea en meditación, haciendo poses en yoga, yendo al templo, consagrando una comida, o un momento crucial en la vida, peregrinando hacia un templo en las montañas o ciudad sagrada, ayunando, haciendo puja en casa, abluciones en el Ganges, la verdad es que no hay forma de culto específica.
Por supuesto hay una ortodoxia brahman pero no monopoliza la tradición. Me encanta la aparente anarquía de esta religión, que refleja el carácter del 80% de la población india que la sigue, y esa sana diversidad de dioses, practicas, ritos y textos sagrados que no excluye a nada. El monoteísmo no elimina la pluralidad de dioses.
Hay tres dioses principales, Bhramma, Vishnu y Mahesh. Vishnu es una reencarnación de Khrishna. Muchos son reencarnaciones de otros dioses.
Mi favorito es Ganesha, el intercesor de Shiva, su hijo. El dios elefante del buen augurio y la buena suerte. Es tierno y dulce, aparece representado como niño y como adulto. A mi me gusta quizas porque veo reflejada en él la niña que aún soy.
Ganesha está en todas las casas, en los portales, para dar buen augurio. Es el dios al que se reza al empezar proyectos, para que resulten auspiciosos. Pobre Ganesha, Shiva le cortó la cabeza y se la repuso sin pararse en detalles. Tengo un vatik gigante de un metro en casa. Y por supuesto le rezo. El Ganesha Chatruthi es el festival de Ganesha, en septiembre. La ciudad de Bombay lo celebra particularmente.
En el Darshan, o encuentro o audiencia de los devotos en el templo (palacio) con Shiva, que es tal cual rey, Nandi, el toro, es el centinela de las puertas al palacio, y el benévolo Ganesha, su hijo, el intercesor ante Shiva, para que el encuentro resulte fructuoso.
El devoto ofrece flores, dulces, sus presentes al soberano, y a cambio le pide algun favor, salud, prosperidad, descendencia, liberación.... Otros añadirán, otra forma de encuentro con la divinidad es mediante la marihuana, como otra dádiva más a Dios. Aquí los babas ya sabéis que fuman y Benarés así como Manali tiene fama por ello.
Y por ser tan fácil conseguir todo tipo de drogas.
Yo quiero dejar claro que en eso no pienso cambiar nunca, no tengo contacto con drogas sean marihuana o otras. No me la juego ni me la jugaré nunca por nadie ni nada, y pienso que substancias adictivas que no te ayudan a ser mejor, para qué tomarlas. Por supuesto cada cual es libre, pero .... . Pienso que los auténticos babas no comercian ni deberian vender a extranjeros. Porqué entonces no son babas, son comerciantes, ¿no?
Si, veo a veces mucha gente decepcionada porque no ha encontrado la espiritualidad. O sólo ha visto comercio. Esta es una de las contradicciones indias. dice Pablo Neruda que es el pueblo más descarnadamente realista, y ingenuamente crédulo al mismo tiempo. Pero esa espiritualidad es íntima, en todos esos rituales, y sincera. En Benarés se puede ver cada dia por la mañana en el Ganges. El Ganga, la diosa del rio.
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