Meta name GG

Mostrando entradas con la etiqueta sociedad india. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sociedad india. Mostrar todas las entradas

domingo, 18 de marzo de 2007

Carta a Norma

Carta ficticia o no, que transcribo y que he recibido por email... Juzgad vosotros, algo dura, algo cierta,... Firmada por un tal Víctor de Currea-Lugo. Delft, Holanda, 2004
Hace mucho tiempo no te escribo, en parte porque la vida va siempre corriendo y dejando poco tiempo para los asuntos importantes y porque los viajes -mi gran afición- siguen absorbiendo mi tiempo, mis esfuerzos y mi dinero. Hace poco estuve en la India y te pensé mucho porque creo saber lo que piensas de Oriente. Sí, Oriente, así con mayúscula, con lo que eso significa a los ojos de muchos: paz, equilibrio, espiritualidad, tranquilidad, justicia, trascendencia, armonía. Dicen algunos que ante el fracaso de Occidente sólo queda Oriente. Ya sabes que yo soy medio perezoso para esas cosas que toca cerrar los ojos para verlas. Alguna vez intenté hacer meditación y me echaron en la primera sesión porque me quedé dormido y empecé a roncar. No sé si me echaron por la incapacidad para disimular o por los ronquidos que despertaron al resto. En todo caso, esta vez, más viejo, traté en serio de hallar lo prometido: la espiritualidad.

Es claro que hay sitios y personas y circunstancias en las cuales es imposible encontrar la espiritualidad, por más que esas personas y sitios y circunstancias sean “Made in East”. Obviamente no es posible encontrar la espiritualidad en las pruebas nucleares del gobierno indio como un gesto de desafío a Pakistán por el crónico conflicto de Cachemira, ni en el último gran encuentro entre el anterior Primer Ministro indio y el presidente George W. Bush. Tampoco en el nuevo Primer Ministro, Manmohan Sighn, quien fuera el arquitecto de las reformas neoliberales poco espirituales a comienzos de la década pasada y que ahora seguirán con la privatización de las petroleras, la aerolínea nacional y los bancos. Y por supuesto, de ninguna manera en las filas del recién triunfante Partido del Congreso que ha gobernado casi ininterrumpidamente entre 1947 y 1996, que posa con un discurso laico y progresista pero que nunca ha alterado el sistema de castas.

Para ser honesto, hay una larga lista de sitios en los cuales no hay espiritualidad: los buses de dos pisos fabricados al estilo inglés y conducidos al estilo colombiano, la inflación en aumento pues el espíritu todavía no cotiza en la bolsa, ni en las técnicas quirúrgicas occidentales que también usan algunas mujeres en India para embellecerse. A propósito, durante mi segunda semana en India fue capturado un prestigioso cirujano quien reconoció haber practicado más de 60 cirugías de riñones de manera ilegal; si vendes uno de tus riñones querida Normita puedes hacerte entre 400 y 800 dólares, que es una fortuna para mucha gente en la India espiritual. A la citada captura le siguieron investigaciones en 14 hospitales.

Hay gente optimista, pero la espiritualidad es algo más que optimismo, ¿o no? Un viejo de 70 años tiene un puesto de jugos de frutas en una calle de Mumbay (Bombay), Mumbay tiene 18 millones de habitantes y la India mil millones; el puesto de jugos, donde solo sobreviven 5 naranjas se llama “National Juice Center”, eso sí que es optimismo o humor negro o mala leche, pero no es espiritualidad, la espiritualidad debe ser algo más profundo. Traté de pensar que el silencio es espiritual, como el silencio de Suecia, pero en Suecia la gente no es espiritual sino callada. Tal vez, pensé, en India haya otro tipo de silencio, pero la verdad no hay ningún tipo de silencio: ¿cómo puede alguien meditar entre millones de almas apretujadas en el tren como esclavos y viviendo peor que las vacas? En India, el hacinamiento no es un problema social, es una norma urbanística. Así que la vía espiritual aquí parece que rechaza la meditación reflexiva y solitaria, quien quiera meditar en ese estilo de las películas tiene que irse a Suecia.

Pensé que la clave podría ser la comida, ya sabes que los de la Nueva Era dicen que somos lo que comemos, y a mí me encanta el cerdo. Decidí probar con la comida, pero toda es picante, comerse esas cosas que harían sonrojar a un mexicano es un acto de masoquismo o a lo sumo de sacrificio penitente o estoicismo, pero nada de espiritual. Además, luego me enteré que el 47% de los niños sufren algún grado de desnutrición, y no precisamente porque sufran de anorexia como las modelos de las revistas sino por falta de comida. Mientras hay gente muriendo de hambre en India, otros en su nombre prohiben consumir proteínas y ciertas comidas en restaurantes “indios” en Europa, así es la vida. Mira Normita lo que dice un experto: “De los 830 millones de hambrientos, una tercera parte vive en la India. Sin embargo, en 2000 el gobierno indio tuvo un excedente de 60 millones de toneladas de granos para consumo humano, la mayor parte de las cuales se pudrió en los graneros. En lugar de dar ese excedente a los hambrientos, el gobierno tenía la esperanza de exportarlo para obtener divisas. Incluso cesó de comprar granos a sus propios agricultores, dejándolos en el desamparo. Los agricultores, que quedaron endeudados por haber comprado costosos fertilizantes químicos y pesticidas, se vieron forzados a quemar sus cosechas. Algunos consumieron los pesticidas para acabar con sus vidas. Al mismo tiempo, el gobierno indio compró grano a Cargill y a otras corporaciones estadounidenses, pues la ayuda que el país recibe por parte del Banco Mundial estipula la obligación de hacer tales compras. Esto significa que actualmente la India es el mayor importador del mismo tipo de granos que exporta”

Se suicidaron por fracasos económicos sin que la espiritualidad los socorriera. Pero dejemos la comida de lado y su fe en las vacas y vayamos a lo nuestro: la espiritualidad. Ésta no está definitivamente en las urbes, Mumbay no huele a espiritualidad: no hay “olor a santidad” como diría mi abuela Isabel, no, en India huele a mierda, a física mierda. No tienen alcantarillados ni agua potable y puedes ver miles y miles de casitas de cartón y latas a la orilla de tren que atraviesa la ciudad, miles y miles de personas en condiciones de absoluta miseria y sin esperanza alguna. Pensé que podría estar en la tolerancia entre hindúes y musulmanes. En Guajarat (hace dos años), hordas hindúes mataron 2.000 personas y destruyeron miles de casas como represalia por el ataque musulmán a un tren de fanáticos en el que murieron 50 personas. Y bueno, lo que te diga de tolerancia en Cachemira es lo mismo pero peor. Pensé que la espiritualidad tal vez estuviera fuera de las urbes, en el campo, donde huele a campo, es decir a mierda pero de vaca. Pues resulta que me junté con un líder campesino de allí que me explicó algunas cosas de la India espiritual rural: el sistema de castas, por ejemplo, ese que la profesora Pepita me enseñaba en la escuela primaria todavía existe. Tus amigos antropólogos y posmodernos supongo que aceptan las castas: es parte de la cultura. La gente vive dentro de la noción de castas, sufren dentro de la noción de castas, se casan dentro de las castas y todas esas consecuencias son poco espirituales. Prácticamente, todos los partidos políticos dependen de los poderes regionales que a su vez dependen del sistema de castas.

Incluso, en algunas zonas existe la “prima note” o como se llame. ¿Recuerdas la película esa “Brave heart” (corazón valiente)? Pues lo mismo pero a lo indio: la primera noche de la boda, ella tiene que dormir, bueno, no exactamente dormir sino dejarse violar por el terrateniente del lugar o por alguno de sus hijos. Poco espiritual la costumbre.

Tal vez la espiritualidad podría ser encontrada en los contrastes. El contraste que más me afectó es, por ejemplo, los hoteles cinco estrellas y al lado las casas de los pobres. En el aeropuerto conocí una chica suiza que regresaba asombrada luego de la boda de su amiga india ex compañera de estudios en Londres. Y yo creo que para asombrar a un suizo en eso del lujo y el dinero hay que tener bastante. Pero ese contraste tampoco nos lleva a la espiritualidad. Tampoco creo que sea espiritual la pobreza misma. Los padres Agustinos parecerían millonarios al lado de estos pobres hambrientos, además de que la pobreza de ellos, los últimos, no es ningún tipo de opción, como en el caso de los primeros, sino una imposición. No hallé ni prácticas reflexivas sino vendedores callejeros, no encontré introspección y silencio sino sistema de castas, no encontré espiritualidad sino miseria, injusticia y desesperanza. Tal vez la culpa la tiene Marx pues yo leí en algunos de sus libros su idea de que la religión es el opio del pueblo y la tengo tan interiorizada de tal manera que no puedo ver la espiritualidad y en cambio me pongo a perder el tiempo pensando en luchas de clases y cosas de esas. A veces voy más allá y digo que la cultura es la excusa del pueblo (y de los antropólogos).

Es más, el pacifismo de Gandhi tampoco fue tal: justificó claramente la guerra contra el nazismo (como debía ser) y el uso de la fuerza militar para expulsar a los portugueses de Goa, lo cual podrá ser justo y legítimo, pero no pacifista. A propósito, evité ir a Goa a buscar la espiritualidad luego de que me explicaron que además de ser un sitio turístico muy bonito es también el principal centro de prostitución infantil de la India, donde algunas de las niñas son iniciadas en la prostitución luego de amenazar a la familia con el poder de una diosa que, para más señas, demanda de sus seguidoras ser esclavas sexuales y empezar temprano en la vida, temprano quiere decir a los 8 o 9 años.

Para mí, como bien lo sabes, una cosa es Occidente y otra es la modernidad. Voltaire no es un jugador del Real Madrid y el Contrato Social no es Menú de McDonalds. Un comunista chino criticaba todo lo que tuviera sombra de Occidente e igualaba capitalismo y Occidente, como si Marx hubiera nacido en Sri Lanka y Engels hubiera crecido en Filipinas. La física de Einstein hizo la bomba pero también la medicina nuclear, aunque primero estuvo el invento de la pólvora: un aporte de la milenaria y oriental China a Occidente. Los periódicos locales indios están llenos de las historias de los noviazgos de los actores y actrices de fama y de la moda de París, con lo cual lo espiritual, si existiese, parece tan extraño a la propia India como a los occidentales.

Te escribo esta segunda parte de la carta desde Holanda, ahora vivo en Delft, una ciudad entre La Haya y Rotterdam. Pues resulta que la tal espiritualidad esta por aquí. Tú sales de la estación central del tren en Amsterdam, sigues derecho unos 300 metros y luego doblas a la izquierda, como el que va directo al barrio rojo, pero antes de ver las tiendas llenas de dildos y revistas porno, doblas como el que va para el muelle y allí está “El Himalaya”; es un restaurante donde creen que están en India, huele tanto a incienso que un día van a morir de sobredosis y sólo sirven cosas verdes como si fuera una granja de conejos. Las paredes están llenas de carteles de lo que debería ser la India espiritual, no la India “de pobres” que yo visité; adentro hay estatuas con mujeres de seis brazos y unas pinturas de seres con malformaciones congénitas, sí, porque ¿cómo más llamar a un ser que en vez de una nariz tiene un moco de un elefante? Pues comen como en una finca, huelen como en un ritual de semana santa y cobran como si estuvieran en New York. Cada vez me convenzo más de que hay un tipo de depresión y una forma de espiritualidad que es lujo y solo posible en Europa. No es lo mismo hacer yoga en Calcuta que en Londres. Oriente fue solo una colonia más: Gran Bretaña era dueña de India y Holanda de Indonesia. La India espiritual no existe, fue creada en Hollywood. Y la India real fue creada por los ingleses, el capitalismo local y el mercado agrícola internacional. Es decir, ambas Indias, la real y la soñada son “Made in West” (hechas en Occidente) Mandala no es lo mismo que Mandela; en el “Himalaya” un Buda vale 12 euros y la guía para la felicidad tan sólo 20 euros.

Yo sé lo que es occidentalizarse, más o menos lo he visto en las calles palestinas, pero creo que no existe “orientalizarse” como palabra, pero sí como moda de la espiritualidad. Es algo así como “incienzar” el ambiente, ponerse un falso tercer ojo en la frente, no consumir carne por respeto a los derechos “humanos” de las vacas, comer callado y maldecir pasito. No existe alguien a quien podamos llamar un “indio puro” pero sí hay occidentales purificados en el falso orientalismo: eso sí que es asimilación (te lo digo yo, que soy de profesión inmigrante). Ya sé que no me crees 100%, desconfiaría si lo hicieras, por eso te propongo una próxima cita en Mumbay o en Calcuta o en Nueva Delhi, para mostrarte que no miento, que una cosa es el sueño y otra la dura realidad de Oriente.

Pero bueno, esta carta no era para hablar de política ni de colonialismo sino para saludarte. Tal vez busqué en las calles más inadecuadas, de las ciudades más inadecuadas, del país más inadecuado: India, un país donde la pobreza no es virtual y se visten con esas ropas que parecen sedas porque son las más baratas del mercado. India, tiene 13 satélites en órbita y 800 millones de personas en la miseria. Creo que más que energía espiritual, a esos millones de pobres les gustaría tener la occidental energía eléctrica. El desarrollo de la red de trenes fue hecho pensando en exportar no en construir un mercado nacional. Ahora el Banco Mundial financia trenes para lo mismo. Son trenes que no van en la vía de la espiritualidad. Tal vez oriente está en otro lado. Total, para los indios su oriente es lo que nosotros llamamos occidente, esas cosas del relativismo que tanto te gustan. Bueno, un beso desde Delft y que la paz sea contigo. Tu amigo de siempre y desde todas partes,

Víctor de Currea-Lugo. Delft, Holanda, 2004

miércoles, 13 de diciembre de 2006

El mercado matrimonial indio. Un poema.

En el capítulo tercero de ´Caste as woman´, casta como mujer, de Vrinda Nabar, aparece este poema.
Viewpoint (A modern indian ballad) Bring out the silver and polish the brass brush off the cobwebs and clean all the glass unlock the pantry, lay out the food keep away grandma, her manners are crude We' ve got a daughter we are willing to sell his is the bargain, the profit as well: he' s coming to see for himself, so he said, how she and our money would look in his bed. Our daughter is a graduate, he is no cause to moan, she is a well brought up girl with no mind of her own, she speaks English well, has a fair pretty face, and is five foot inches by Lord Bhagwan' s grace. Of course she' ll be happy, I'll tell you that flat: She' ll have her own home, produce brat after brat, Forget all her youth as she spins out her life in waddling behind him, a good Indian wife. And she' ll long to have sons: the are booms from above Take it from me that they' re proof of God' s love And when all her daughters are suitably grown, She' ll marry them off as we' ve done our own. Vrinda Nabar.

No lo quiero traducir pero dice más o menos: Arregla la casa, que viene el futuro novio a inspeccionar a la candidata, como ella y su dinero, dote, quedarían en su cama y casa, nuestra hija tiene estudios, es clara de piel, no tiene ideas propias, tendra hijo tras hijo y olvidará su juventud siendo la perfecta esposa india. Y cuando sus hijas hayan crecido las casará de la misma manera que su madre hizo con ella...

Diciembre y Enero son los meses de las bodas hindús. Algunas en el mismo día pues los astrólogos deciden qué fecha es buena y cual a evitar. Dice una amiga india que no debes casarte con todo el que ames, pero definitivamente no debes casarte con quien no amas. Esta última opción es más dificil de conseguir cuando los matrimonios son arreglados por norma como en India, y ya llevas unas cuantas negativas o rechazos a posibles candidatos-as. El control parental en India es una de las cosas que más me apena de esta sociedad. Los indios deberían rebelarse y no dejar esa importante decisión a los padres. Muchos presumen de modernos, tienen novias, novios, pero a la hora de la verdad, se dejan en manos de los padres. ¿Una venganza generacional?

Si es verdad lo que nos decían en clase de literatura de que el amor romántico es un invento del siglo XIX, entonces los indios para mí aún están en el XVIII. O quizás en la época medieval, según en qué casos... Los matrimonios por amor son muy contados, y se consideran algo excéntrico, grotesco y arriesgado. ¡Ah!, tanta historia de amor de Bollywood, y luego nada de pasión... El mercado matrimonial indio es muy cruel y despiadado. Las personas cotizan como acciones, algunas nada debido a su mala salud, sin garantías. Eso espanta a todas las posibles candidatas. Es un marido sin garantía. En India, ser viuda es una condena. En los periódicos, y ahora en internet también, los hombres exponen sus estudios y salario mensual o anual. Las mujeres se cotizan por su físico, complexión clara de piel y disposición casera. Mirar los anuncios es una lección de castas y religiones.

La dote se considera el coste por introducir un miembro nuevo en la familia del hombre, que no será productivo, sinó sólo tendrá valor como cuidadora. Inicialmente la dote la pagaba la familia del novio, hace siglos. Tiene una gran importancia, se ve el matrimonio como una alianza comercial, una manera de conseguir oportunidades económicas, sociales, etc.

Las demandas de más dote tras el matrimonio son causa de homicidio, lamentablemente hay noticias a diario en los medios. Sí, ser mujer en India es muy duro. Pero no hace muchas décadas atrás la situación de la mujer en Occidente era también muy atrasada. Está claro que han corrido ríos de sangre por la liberación de la mujer. Y aún lo que queda.

En India, pienso que tiene que decirse ya basta, y seguir actuando desde asociaciones y grupos por cambiar esta cultura a veces tan barbárica, regresiva y degradante con la mujer. Hace falta más rebelión, en todos los sentidos. Por la libertad individual. El infanticidio de fetos femeninos es todo consecuencia de esta imagen de la mujer como ser inferior e improductivo. Creo que es común en toda Asia, en China los orfanatos de niñas chinas son bien conocidos. Pero al menos estas niñas chinas están siendo adoptadas por familias occidentales, no es el caso de los huérfanos indios. Es muy difícil debido a la burocracia india conseguir la adopción de niños hasta por parte de familias indias.

´Nos faltan 20 años para ponernos a la altura de Occidente´, me dicen a veces los indios. A veces pienso que faltan 500, porqué la mentalidad es lo que más cuesta de cambiar. Y noto mucha resignación y poca ambición por cambiar estas injusticias. Pero no quiero dejar de ser optimista y dejar un hueco a la esperanza.

domingo, 3 de septiembre de 2006

La sociedad india II

Hay muchas clases de hombres, pero prefiero escribir sobre los amables, esos bigotes que sonríen simpáticamente. El bigote es símbolo del respeto al padre. Casi todos los hindús lo llevan.


En la foto: En India hasta el sol lleva bigote :-)


El hecho de que se permita llorar a los hombres por la gran y pequeña pantalla refleja la sociedad en que vivimos aquí. Aquí los hombres ciertamente se cortan mucho menos a la hora de llorar, hay menos represión cultural en ese tema.
De acuerdo con su naturaleza espontánea ...
Fue un pequeño trauma para mí al principio ver a hombres llorando a lágrima viva en la gran pantalla. Shah Ruh Khan, Amitabh Bacchan, todos vacas sagradas del cine hindú, je je, todos a moco vivo. En su cultura esto quedará de Oscar, de gran poder interpretativo, pero para mí que nací en una cultura donde los hombres teóricamente no lloraban, eran los duros y demás, fue chocante y hasta ... ¿grotesco?

¿Cómo nos ven los indios a los españoles? Extrovertidos, amigables, sociables, bastante familiares en comparación con los anglosajones y escandinavos. Un poco ruidosos, je je, como ellos, como todos los latinos, italianos, griegos, etc, temperamentales, de sangre caliente, vaya, quizás demasiado impulsivos...

Esta pregunta de qué llevar a India, no por el clima, sinó por una boda o ocasión especial, aparece bastante en los foros españoles.
Creo que hay algo que nos hermana bastante, a indios y latinos, tenemos carácteres algo parecidos, quizás los indios ya muy extremados, pero eso mismo hace que haya una corriente de empatía entre ambos pueblos.

Es verdad lo que comentáis, las mujeres indias son muy guapas, van siempre muy arregladas, con el sari super bien doblado y colocado, las pulseras y el bindi a juego, en fin, se toman su tiempo en arreglarse.
Y sus aceites de masaje para el cabello, hombres y mujeres, diariamente... Ver a los hombres en Benares peinarse tras el baño en el Ganges no tiene precio. Son muy presumidos también. Como decía aquella, qué cosa tienen con el peine...

No sé si habréis comprobado lo difícil que es sacar a un indio de sus casillas, enfadarlo, cuesta. Si les dices alguna salida de tono se ríen, nunca se ponen serios. Es asombroso ver lo poco amargados que están, teniendo la pobreza que tienen la mayoría. Es verdad lo de sus sonrisas, son sinceras, llevan su cruz con dignidad. Aunque entre ellos son clasistas, y racistas... también tienen su lado oscuro, por supuesto.

Son muy directos e impertinentes. Tienen mucha guasa con las cancioncitas de Bollywood, un humor grueso y muy muy socarrón, muy en la cara, entre ellos, con los turistas, en fin, son así. Muy desvergonzados. Yo soy más irónica, más light, menos gruesa...

Cuántas definiciones aceptan y qué contradicciones, menuda pandilla de pesados místicos yoguis sabios ascéticos, extrovertidos, curiosos, mirones, exagerados apañadicos recicladores, religiosos materialistas, idólatras politeístas, renunciadores, picantes y coloridos, sadhus, embaucadores, mojigatos y adoradores de lingams y nagas babas, risueños y emotivos, crueles y familiares, barrocos, superlatinos, supersticiosos vegetarianos, dotados para la técnica y ciencia, así como las matemáticas y cerebros informáticos...

domingo, 30 de julio de 2006

Arti, la princesa. Unos comentarios sobre la pobreza.


Ésta es una entrevista aparecida en el periódico La Vanguardia, seccion La Contra, www.lavanguardia.es, el día jueves, 9 de octubre de 2003.
Trata sobre una niña india de Benarés, de 12 años en aquel momento, a la que yo conocí tras esta entrevista, una tarde en el Ghat de Harishchandra. La periodista transcribió su nombre como Arati, en realidad es Arti, que significa oración, nombre muy común en Benarés, de sentido religioso, como Puja, Shanti...
La copio tal cual y añado mis comentarios entre paréntesis.
Creo que ayudará a conocer mejor la cultura india por sus respuestas.

"Arti, la princesa. Vendedora callejera de postales. "
Entrevista de Ima Sanchís.

Lleva uniforme de peto, calcetines blancos y dos coletas atadas con lazos rojos. Arati es una niña alegre e imaginativa, es la primera de su clase, pero su vida no es como la del resto de los alumnos. Con el dinero que gana vendiendo postales, por las calles de Benarés desde los 6 años, Arti se paga el colegio, los libros, la escuela de su hermano mayor y mantiene a toda la familia, unos padres analfabetos y cuatro hermanos. Viven en una habitación sin ventanas de 4 m2 y duermen sobre el suelo. Pero Arti quiere ir a la universidad, quiere ser doctora, quiere ayudar a ¨toda esa gente que no tiene nada¨. Arti no se quiere casar con un indio, dice que quiere ser libre e independiente. Todo eso en su mundo es como pretender en el nuestro convertirnos en princesa.

Tengo 12 años. Nací y vivo en Benarés. Tengo 4 hermanos, el mayor de 9 años, y el pequeño de 1. Mi padre tiene 36 años y vende postales en la calle, y mi madre es ama de casa y tiene 35 años. Trabajo desde los 6 años. De política no entiendo. Creo en la reencarnación, por eso nunca miento y procuro ser buena con los demás.

-¿Te gusta tu casa?
-Si, me gusta mucho.
-Apenas tiene cuatro metros cuadrados, ¿cómo dormis?
-En diagonal, aqui se tumba mi padre, a su lado mi madre, luego vengo yo y mis cuatro hermanos. Y como es tu casa
-Al lado de esta, mi casa es muy grande.
-¿Vives con tus padres, hijos y primos?
-No.
-¿Y no te sientes sola?
-!!.. Cuentame como transcurre un dia en tu vida.
-Me levanto a las 6 de la mañana y me voy junto al Ganges a vender postales. A las 7 y media entro en la escuela. A las 16.30 vuelvo a los gats a vender mas postales hasta que oscurece. Entonces estudio una hora, juego un rato, ceno y hablo con mis amigos. A las 11 de la noche me voy a dormir.
-¿Quien trae el dinero a casa, tú o tu padre?
-Mi padre hay meses que no consigue nada, como mucho saca 300 rupias al mes. Yo de media gano unas 800 rupias al mes.
-¿Cómo imaginas tu vida en el futuro?
-Quiero ser doctora, ayudar a la gente que lo necesita, y en especial, a todos aquellos que no tienen piernas o brazos, ni dinero para comprar medicinas.
-¿Y por que quieres hacer eso?
-Porque veo por la calle a demasiada gente que sufre y que necesita ayuda. Creo que si yo les ayudo me ayudo a mi misma, es buen karma para mí, entiendes?
-¿Ves posible ir a la universidad?
-Lo intentaré, cuesta entre 3.000 y 4.000 rupias al mes. Ya sé que cuando sea mayor no podré vender postales por la calle porqué nadie me comprará. Tengo planeado dar clases de hindi a extranjeros.
-¿Te gustaría casarte?
-No, quiero ser doctora y ser libre. Si te casas ya no se te permite salir de casa. Tu marido te dice todo lo que tienes que hacer. Ni siquiera tienes permiso para hablar con quien quieres.
-Tú tratas con muchos occidentales, ¿qué piensas de ellos?
-Los occidentales son como los indios, quieren ganar dinero; lo que pasa es que allí se gana mucho más que aquí. Nosotros no somos inferiores a los occidentales, pero necesitamos parte de su dinero para sobrevivir. Aun así, yo creo que el dinero se debe ganar honestamente.
-¿A qué te refieres?
-Yo me niego a trabajar con las tiendas que me ofrecen dinero por llevar a los turistas. Me niego porque eso me parece deshonesto. Prefiero tener un trato de igual a igual y para eso es esencial no engañar al otro.
-Entiendo.
-Yo compro las postales y tengo que sacarles un beneficio, pero no les pongo precio, siempre digo: dame un dinero feliz, el que a ti te haga feliz me hará feliz a mí.
-¿Y si te dan menos de lo que invertiste?
-Yo sonrío.
-¿De qué hablas con los extranjeros?
-Hablo de la codicia, el dinero y la bondad. Les advierto de tantos indios extraños que lo único que quieren es sacarles dinero.
-¿Cómo sabes si la gente es buena o mala?
-Vendo postales desde los seis años. Cuando me acerco veo cómo reaccionan: algunos ni me miran, otros sonríen, otros preguntan y me tocan y yo odio que me toquen. Si miras a los ojos a la gente, sabes.
-¿Te casarías con un occidental?
-Lo he pensado, antes decía que no, pero ahora digo que sí. Me he dado cuenta que si me caso con un occidental y me voy a vivir al extranjero podré mantener a mi familia sin perder la libertad.
-Eso dependerá de quien escojas.
-Es cierto, pero yo puedo hablar lo suficiente con un occidental para darme cuenta de cómo es. Sin embargo, con los indios no puedo ni hablar, nuestra cultura es así. Pero yo no quiero depender de ningún marido, ni quiero que sea él el que ayude a mi familia, soy yo la que va a seguir haciéndose cargo de mi familia y para ello debo y voy a trabajar.
-¿Qué opinan de ti tus amigos y amigas?
-Dicen que estoy loca. Mis amigos de familias ricas...
-¿Tienes amigos ricos?
-Sí,soy la chica más pobre de mi escuela. Esos chicos, los ricos, no entienden que yo vaya a vender postales. A veces me acompañan como si fuera un juego. Y todos están muy celosos de lo bien que hablo inglés.
-En India son los padres los que deciden con quién se casan las hijas.
-Mi madre quiere que me case y la he convencido de que me deje escoger a mí. Como condición me exige que sea un buen chico y que no sea de piel muy negra, porque las personas de piel oscura lo tienen muy difícil.
-¿Y tú qué le dices a tu madre?
-Si encuentro un corazón limpio, aunque esté recubierto de una piel oscura, me casaré con él. A mi padre no le gusta que hable con niños indios porque eso crea compromisos y vínculos, peor yo me fío de mi propia intuición.
-¿Te bañas cada día en el Ganges?
-Una vez vi el cadáver de una mujer embarazada flotando, no es raro que en el río Ganges aparezcan cuerpos flotando pero éste me impresionó porque la mujer me estaba mirando: tuve la sensación de que me quería decir algo. Estuve tres días enferma. No he vuelto a bañarme en el Ganges desde entonces.
-¿Qué piensas de la muerte?
-Que todos nos tenemos que morir. Sólo me dan miedo los fantasmas y cuento historias sobre ellos a cambio de monedas.
-¿Dónde aprendiste a contar historias?
-Leyendo cómics. Pero las historias que más me gusta contar son sobre amistad.


Arti ejemplifica la realidad del trabajo infantil. Muchos occidentales no pueden creer que los niños estén trabajando cuando se les acercan. Es algo duro, pero hay que mantener a la familia, o colaborar...
Arti explica cómo las relaciones entre sexos, incluso desde la infancia, están mal vistas, y de cómo crean compromisos. El matrimonio arreglado infantil es la norma, en pueblos y aldeas más que en grandes ciudades.
La universidad está reservada para un grupo elitista y privilegiado, como ella cuenta. 3.000 o 4.000 rupias es un salario mensual en muchas casas. Aunque muchas castas bajas han podido salir de esa rueda gracias a las becas gubernamentales, para reservar plazas a gente más desfavorecida económicamente. Las clases altas han reaccionado en contra de la subida de la cuota de plazas para la universidad para las castas bajas. La clase media y alta calculo que no sobrepasa el 30% en India...
Pero Arti es una niña con algo especial, tiene angel, saldrá adelante.

miércoles, 7 de junio de 2006

India, una cuestión de piel



Decía un periodista español que en Nueva York era donde él había visto la mayor variedad de tonalidades de piel. Normal ya que esa ciudad es una de las más cosmopolitas del planeta.
Yo creo que en India también se puede ver una gran gama de colores de piel, desde el blanco más blanco, incluso que el europeo, de los panjabis y kashmiris, pasando por la piel de porcelana de tibetanas y nepalíes de primera o segunda generación, hasta el negro más oscuro del sur de la India, Tamil Nadú y Kerala, las razas llamadas dravídicas, las menos mezcladas por las invasiones musulmanas a lo largo de los siglos. En Benarés podréis observar una mezcla de ambos, ya que tiene una fuerte inmigración interior.

El color de la piel es un atributo más catalogado con toda naturalidad por los indios, igual que el color de ojos y de cabello. Algunos nombres que utilizan en anuncios de desaparecidos, anuncios matrimoniales, etc, son: kori, extremadamente blanco, kala, o negro, saola, oscuro, y luego las combinaciones con halka, o sea, ligeramente. Los más negros los llaman jala, o sea, quemado.Las personas albinas en India, ni qué decir, son consideradas como algo muy especial y anómalo. La lepra, enfermedad de la piel aún no erradicada en el tercer mundo, es una realidad en Benarés. Pero muchos no se curan para seguir pidiendo enseñando sus deformaciones...Hay otra enfermedad de la piel, que habréis observado, llamada saua en hindi, que hace que presente diferentes colores a piezas, en la cara y cuerpo.

El tema del color de la piel es un tema muy delicado en este país. Provoca muchas susceptibilidades, envidias e injusticias. Hay racismo contra los más blancos por parte de la amplia mayoría oscura. Pero a la vez los blancos, o goras, son los privilegiados. Es irónico pero esclarecedor ver que en los medios de comunicación, cine, etc, sólo aparecen los ´más blancos´. Los otros están simplemente vetados, no aparecen; da la sensación de que estamos en un mundo irreal poblado de gente irreal.



Actores que parecen europeos, periodistas no más oscuros de lo permitido, hay realmente una no aceptación de la propia identidad india. Yo me sentiría muy agraviada si habiendo nacido en India con tez oscura, viera que se intenta negar uno de las características más importantes de este país.

Pero debe ser que nadie está contento con lo que tiene. Mirad sinó en Occidente, todo el mundo quiere estar moreno, las playas y los centros de bronceado llenos a rebosar, siempre me criticaban mi palidez cuando estudiaba porque nunca me gustó tomar el sol demasiado. Aquí en India han inventado lo casi imposible, cremas blanqueadoras, una llamada Fair and Lovely, y otra destinada al público masculino, Fair and Handsome. Prometen que tras 4 semanas de aplicación pueden verse los resultados. Los anuncios publicitarios han provocado polémicas, ya que asocian el estar blanco con el triunfo en la vida laboral y amorosa. Además tienen, o hasta que salieron los de uso masculino, tenían un gran componente sexista, ya que la tez se valora mucho más en las mujeres.

Si es un motivo de discriminación entre los propios nacionales o desis, qué no habrá de ser contra los extranjeros.
Sin embargo esas miradas que duran segundos y minutos no las he visto en otros pueblos. Sospecho que llevan en los genes, en la sangre, un punto de rebeldía contra los blancos, angrezi, o antiguos colonizadores británicos. Todos los extranjeros somos denominados por ellos ´angrezis´, literalmente ingleses, aunque no sea esa nuestra nacionalidad. Ha quedado algo de rebeldía post colonialista, tienen una de las democracias más jovenes del planeta.

Y a la vez esa relación ambivalente de odio y amor. Los blancos son sinónimo de prestigio. Se buscan blancos de extra en las películas, se buscan profesionales extranjeros aunque su talento no supere el del interior. En el mundo de la cinematografía, de la informática....
Aquí por Benarés se lo toman con humor lo de ser oscuro. Los hombres se llaman Kalu, o negro, oscuro, sin complejos. Una diosa muy popular es Kali, que tiene siempre la lengua fuera, y un insulto femenino es llamar a una mujer Kali mai.

Un amigo francés que tiene más mala leche, cuando se enfada, los llama petrol, o gasolina. Hay racismo y xenofobia en ambos lados, afortunadamente puedo decir que es una minoria de gente intolerante y con poca amplitud de miras la que rechazan lo diferente.
Si, Black is the colour of India, negro, blanco, café con leche....
Pero sin complejos, con humor, aceptándose uno mismo.

martes, 6 de junio de 2006

La sociedad india I

Me preguntáis si los indios son románticos, hay de todo...


El hombre indio, quitando excepciones, me atrevería a decir que no juega. Está menos acostumbrado a cambiar de parejas y rupturas, como en Occidente. Aquí hay menos oportunidades de interaccionar y relacionarse. Los indios guardan mucho las apariencias, les importa mucho el qué dirán. Siguen dejándose llevar por las decisiones de los padres.

Pero hay gente rebelde que se escapará con su pareja a casarse y a vivir a otra ciudad, y otros que aceptarán lo que sus padres digan. Porqué en la mayoría de estas familias, tomar tus propias decisiones puede significar perderlos y para siempre...Y en India, la familia sigue siendo la principal red de apoyo para un individuo.
En los últimos años han proliferado webs como esta, www.jeevansathi.com, anunciada en TV, para, aconsejados por sus padres, que tienen la última palabra, los indios y indias busquen el compañero-a de sus vidas...

El sindoor o raya en el cabello que llevan las hindús se pone por primera vez en la boda, por el marido. Es señal de casada, junto con el mangalsutra o collar negro con oro, y los bangles o pulseras. El anillo de casada aquí no se estila, aunque se regala en el compromiso. El equivalente es el sindoor o kum kum, los payal o tobilleras de plata, los vicchia o anillos en los dedos del pie, los bangles o pulseras, y el bindi o marca roja de fieltro en el entrecejo.

Hay dos velocidades en India, dos carriles: una India perdida en el tiempo, social y culturalmente, y otra India moderna, las castas altas y la gente adinerada, ese 20% de clase alta-media en pujanza. Esa India que se puede equiparar con Occidente, en lo bueno y en lo malo.
Hay estadísticas escalofriantes, quizás ya no tanto como hace 10 o 15 años. Leí que el 25% de la población está al límite de la pobreza. O son muy humildes o viven en la indigencia, al día, sin saber lo que comerán mañana.
Esa es la pobreza que nos horroriza a los occidentales cuando venimos por primera vez, suciedad, dejadez, abandono, neglicencia, falta de escolaridad, analfabetismo, malos olores, mendicidad, trabajo infantil, etc. Y al estar también acostumbrados a la clase media que se ve en Europa, protegida por el Estado por seguridad social, educación pública, subsidios de desempleo, pensiones (aunque sean criticables existen y funcionan), nos choca mucho ver la ausencia total de esa clase media, esa distancia tan salvaje entre ricos y pobres. Ricos millonarios frente a pobres de solemnidad.

Un 20% cada vez más enriquecidos, en las grandes metrópolis, a quienes la publicidad y los bienes de consumo van dirigidos, y un 25% al límite total. Y el resto, humildes, clase media humilde. Un 20% a los que afecta los mismos males del individualismo que en Occidente, la competitividad, el consumismo, etc...
Y el resto que viven perdidos en valores ya largo tiempo superados en Europa, y en concreto, la dependencia de la mujer a la familia y al marido, su opresión total, su falta de poder de decisión sobre su destino.

Los matrimonios arreglados siguen siendo la norma en India, por amor la anécdota todavía.
Son tan románticos en sus canciones, los éxitos musicales de Bollywood, las bandas sonoras del momento, siempre canciones merengadas al máximo, pero después... dicen sí al matrimonio que sus padres hayan arreglado. Muchas veces son puras operaciones comerciales. Por supuesto hay quienes se rebelan. He conocido muchos chicos y chicas jóvenes que me lo han confesado. Quiero casarme por amor, no con quien mis padres digan. Esos son la esperanza de India. Por que, ¿si ya vas derrotado al matrimonio, qué puedes esperar de la vida? Me sigue abrumando aun la resignación india, en el siglo XXI.
Pero quiero creer que India avanza...

El tema de las castas va ligado a los apellidos, en cada religión o grupo étnico. Hay tantas castas y subcastas como apellidos, miles. Se mira mucho la casta para escoger el futuro esposo/a. Algunos anuncios ponen 'Caste no bar', indica que no busca dentro de su casta necesariamente...
Muchas cosas están cambiado. Las castas bajas tienen becas para educación, con lo cual el que quiere y tiene de verdad la determinación puede saltarse el destino que le ha marcado su casta. Y otro tipo de ayudas en cuanto a vivienda, préstamos bajos, cuotas de empleo, etc.

El sati, o obligacion moral de las viudas hindus de arrojarse a la pira funeraria del marido, ya en el British Raj, o ocupación británica, el gobierno ingles lo había prohibido. Refleja el bajo concepto que se tiene sobre la mujer, una vez viuda representa una carga para su familia..
Es una aberracion india extinguida ya, afortunadamente.
Hay otra más actual y más practicada y por eso preocupante, el infanticidio de fetos femeninos, y de abortos selectivos según el sexo. Os recomiendo el interesante libro de Elisabeth Bumiller, que hizo una investigación exhaustiva sobre este tema en toda India en los años 80.
Se llama en español 'Ojala seas madre de 100 hijos', 'May you be the mother of 100 sons'.
Incluso parejas de clase social alta están abortando a sus hijas al saber por ecografía el sexo, con la excusa de que ya tengo hijas, o no hay dinero para más dotes. Si, es tristísimo. La planificación familiar dista mucho de ser la conseguida por China o la que el gobierno indio hubiera deseado, se les escapó de las manos ya en los años 70 del siglo pasado, con medidas ya sobrepasando lo ilegal y desesperado del gobierno de Indira Ghandi, y todos sabemos que el crecimiento demográfico frena la riqueza y avance social de las naciones.

La preferencia por un hijo varón es típico en muchas culturas todavía, ya que se considera que será el productivo en esa sociedad, y al fin y al cabo, y egoístamente, el báculo de la vejez de los padres. Alguno de sus hijos varones será el que los mantendrá en la vejez, las hijas marcharán todas de casa... Viejo como el mundo, se llama supervivencia...

Y es que India sigue estando sin red, la unica red es la familia. Por eso ahora salen estadísticas escalofriantes sobre el ratio de hombres-mujeres en poblacion joven. ¡Hay más hombres que mujeres!!!! cuando deberia ser al 50%, el ratio natural.
Por la tele hay campañas para concienciar a la poblacion sobre este tema, dicen cosas tan fuertes como deja vivir a tu hija, déjala estudiar.

Los indios son a la vez tan materialistas y pragmáticos como espirituales. Piensan que de amor sólo no se hace un matrimonio, en fin, buscan colocar a la hija y el hijo con una perspectiva de negocio casi. La dote mejor de la novia, y para los padres de la novia, el nuero más cotizado en este mercado tan curioso y cruel.

Pero ¿quién puede criticar a esos padres? Ellos han pasado por lo mismo, y piensan que hacen lo mejor para sus hijas, pues van a depender por completo de ese futuro marido. Y no hay divorcio en teoría en la cultura hindú tradicional, aunque en las clases altas y medias la tasa de divorcio sigue subiendo como en Occidente.

El concepto del honor, al igual que en las sociedades musulmanas, tiene una importancia crucial. Hay una cantidad tristemente célebre de suicidios de estudiantes por motivos curriculares, ex-amantes abandonados o forzados por los padres a casarse con otro/a, granjeros desahuciados o arruinados, esto último de máxima actualidad desgraciadamente ... Granjeros que apostaron por el cultivo erróneo, o que debido a una mala cosecha se han visto abocados a una rueda de pagos de intereses a prestamistas sin escrúpulos o a bancos que jamás podrán liquidar.

El idioma Hindi 2



Sigo con unas pequeñas notas sobre el hindi, pequeñas y puede que con imprecisiones; no soy maestra de nada... Sé que mucha gente extranjera, o videshi, habla el hindi mucho mejor que yo, o lo ha aprendido en solo 6 meses, o tomando el té, aunque a mí esa afirmación me hace sonreir cuando la oigo. Será que no tengo mucho oído, o que creo que la gramática es un buen esqueleto para vertebrar cualquier lengua que se aprende de adulto...

Pero la gramática, y el alfabeto todo el mundo los puede aprender. Como escribía antes, en el hindi hay tratamiento de usted en la tercera persona del singular y del plural.
A las personas mayores también se les trata de usted siempre. La cultura hindú está llena de gestos de respeto hacia los mayores, como tocar los pies, tratarlos de usted, etc.

Ji es un tratamiento de respeto, después del nombre de la persona. Denota respeto, o cariño, en los niños y personas de la misma edad. Dadiji, Laluji...
Hay tres tipos de tú en hindi, aap, tum y tu, de mayor a menor grado de respeto. A veces, en las discusiones, se comienza por aap, usted, y se termina en tu, bajando por la escalera de la jerarquía.

Los indios son muy parecidos a los latinos, ¿verdad? Ese caracter hablador y extrovertido. A veces chillan mucho y parecen muy enfadados cuando simplemente están discutiendo algo trivial. Como el cricket, que les apasiona. Como hablar de sus móviles.




"Usted siéntate", pueden decirse entre ellos, comenzando por el usted y acabando en el tú, un compromiso entre el respeto y el nivel amigable. Algo que me sorprendió mucho fue el royal we, o nosotros real. Consiste en utilizar el nosotros en vez de utilizar el yo. Está muy extendido, e incluso las mujeres utilizan la 1 persona del plural (y en masculino!) para referirse a ellas mismas. Ya os dije que hay género en los tiempos verbales. Un hombre dice mein jaunga, yo iré, y yo diría, mein jaungi, yo iré. El nosotros real tiene un tono coloquial y nada de real, ciertamente, pero es ampliamente usado en todos los hablantes.

El orden de los elementos de la oración me implicó un cambio de esquemas muy fuerte. El orden standard es el siguiente: Sujeto+ adverbios + CI + CD + verbo. Hay variaciones por supuesto para enfatizar determinados elementos, junto al verbo o detrás. Pero ¿cómo os sentaría escuchar, 'Keshav diariamente a nosotros fruta envia'?
Son unos grandes poetas con el lenguaje. Los aviones son los barcos del cielo, havai jahaj ...

Hay palabras eco, o que riman, en su estilo coloquial cotidiano. Pyar-vyar, amor y etc, o chay-vay, té y demás, como una galleta que lo acompañe.
El lenguaje está lleno de estas palabras que riman y dan un tono festivo, a veces derogativo. Se forman de manera muy creativa, cualquiera puede crearlas. Aunque hay algunas ya reconocidas y usadas ampliamente. Como naukar-chaukar, el servicio doméstico. Las dos palabras significan lo mismo. Tambien se repiten palabras idénticas para indicar distribución, diversidad o enfatizarlas.
Por ejemplo, 'en la boda a quién viste?', sería así: shaadi me, kaun kaun mila?

Una de las pesadillas gramaticales, además de la existencia del caso oblicuo, consiste en la curiosa y exigente manera de formar los tiempos verbales en pasado.
Algunos verbos conjugan con el sujeto y su género, como en español, y otros, transitivos normalmente, aunque no es garantía única, conjugan con el complemento directo!

La forma de expresar sentimientos y necesidades básicas es bastante diferente a la del castellano. Todo me pasa a mí, más que yo siento ésto o lo otro. Por ejemplo, el hambre, el sueño, la fiebre, todo esto 'me viene a mí', así se expresa. Y muchos otros conceptos abstractos, como la preocupación, paresani, la felicidad, ´vienen´ al sujeto, que pasa a ser complemento indirecto.

Angrezi somos los blancos, los extranjeros, los de cara rosada y blanca. También llamados gora/i, blancos, sobretodo en el sur de India. Angrezi (inglés) es un vestigio del British Raj, la ocupación inglesa.

Kal es una palabra muy curiosa; significa ayer y mañana, y se distingue por el contexto. Como decia Salman Rushdie en su novela premio Booker 'Los hijos de la medianoche', ¿qué se puede esperar de un pueblo que designa al ayer igual que al mañana? ...

Sí, el idioma refleja una cultura, una forma de pensar, unos valores y unas ideas. Es conocida la abundancia de términos para designar específicamente a cada miembro de la familia, separando jerarquias paternas y maternas, así como el grado de antiguedad en los hermanos. Designando diferentemente a cada cuñado, tío, sobrino, etc. Expresa la importancia fundamental de la familia en la sociedad india. El término ´sala´, cuñado del marido, hermano de la esposa, ha adquirido connotaciones negativas, y se emplea como insulto. No me preguntéis por qué....

Los indios no saben estar solos, a esa conclusión he llegado viviendo aqui. No es que haya superpoblación; no es que las familias sean numerosas y lleven en la sangre el vivir hacinados y compartiendo un mínimo espacio. Es que la soledad y la abundancia de espacio los aterra.
Leo en restaurantes, letreros y carteles por la calle monumentales faltas de ortografía en inglés. A mí me hacen un poco daño a la vista, y eso que ni es mi idioma materno, pero siempre me importó la corrección escrita.


Se habla en ambientes turisticos, un inglés de supervivencia, macarrónico, de 200 palabras básicas para salir adelante.

'Me he espabilado mucho en inglés viajando por India', me contaba un chico español. 'A nosotros no nos gusta el inglés, ni pensamos aprenderlo nunca', así de claro me decía una pareja de gallegos que han viajado por toda Asia (atención al dato).
O sea, que es posible viajar por toda Asia (antes francófona, ahora sin duda anglófila) sin saber mas que thank you y good bye. Eso lo saben todos los viajeros recalcitrantes; el idioma limita, pero nunca es una excusa suficientemente fuerte para dejar de viajar, si eso es lo que te llama.

Los indios son poetas en sus letreros por las carreteras de las montañas de Himachal Pradesh y el Kashmir, que te recuerdan que más vale tarde que nunca de una manera rimada, a veces macabra y a veces humorística. Al mismo tiempo leo carteles que prohiben la prueba de la amniocentosis para discernir el sexo de los bebes. (Para el consiguiente aborto de fetos femeninos). Te recuerdan puntualmente mientras conduces que el infanticidio de fetos femeninos es un crimen contra la humanidad. Me pregunto si en China también escribirán lo mismo al pie de los cuenta kilómetros...

En el idioma hindi, no hay verbo tener, propiamente. Todo se expresa con pronombres posesivos, queda muy poético, ´mía es esta casa que ves´, ´tuyos son 4 hijos´, ´cerca de mí hay esto o lo otro´ (tengo esto o lo otro)...Mere pas kuch nahi hai, no tengo nada. Son tan pobres que ni un verbo de posesión tienen...

¿Que cómo llevo el hindi yo? Pues lo llevo como os decía acostumbrada a las correciones, a que me saquen punta continuamente.
Tengo un estilo libre, que dice una amiga mía india... Lo aporreo diariamente.